A
través de la historia se ha conocido la relevancia de las ciudades para el
desarrollo económico global de un país, siendo estas el epicentro de la
economía del mismo, ¿pero donde queda la vida agraria?, no hay que dejar de lado
este importante pilar económico y de desarrollo, ya que es este el
sostenimiento actual de las ciudades y urbes de nuestra nación.
Personalmente,
me gusta la sensación de tranquilidad, productividad, quietud y paz que se vive
en los campos colombianos, pero esto está siendo disminuido debido a la falta
de apoyo del gobierno y demás entes económicos a este importante sector
productivo.
La
agricultura es uno de los principales sectores económicos a nivel mundial, son
los alimentos el producto más consumido por todas las personas en el mundo,
entonces, ¿Por qué no invertir en este sector?. Los campesinos luchan
diariamente contra los altos precios de los fertilizantes, los costosos fletes
originados por el elevado precio de la gasolina y peajes, la falta de nuevas
tecnologías que faciliten la labor agrícola y la mano de obra.
Para
mejorar esta situación hay que apoyar al sector agrícola desde diferentes
ángulos y posibilidades: en la parte económica, para que puedan competir con los
precios de otros productores extranjeros o nacionales, pudiendo adquirir
semillas de mejor calidad, fertilizantes amigables con el medio ambiente y sus
mismas tierras; en capacitación, educación y orientación, para que conozcan
como internacionalizar sus productos a nuevos
países y mercados, dándoles la posibilidad de exportar sus productos, generando
una especie de plan padrino donde se realice un acompañamiento constante y se
ayude a contactar con los nuevos compradores y adquisidores de sus productos
nacional y/o internacional.
Adicionalmente
se debe apoyar el sector agrícola de manera tecnológica, logrando así una
mejora en la producción y disminución de tiempos de la misma, generando altos
estándares de calidad, confiabilidad y aptitud para ser productos tipo
exportación; con estos tres pilares de apoyo a la agricultura se podrá
potenciar y recuperar este sector económico en el país, que día por día se está
viendo amenazado, representado en la escases de alimentos y en los altos costos
de los que aún se encuentran.
Por
último se deben generar políticas y programas que ayuden y apoyen a la
agricultura, generando un nuevo rumbo económico al país, donde no solo sea el
petróleo y demás combustibles fósiles los que saquen la cara, donde las
explotaciones de estos minerales solo producen cambios negativos irreversibles
en nuestros suelos, recursos hídricos, fauna y flora. Al realizar un cambio de
mentalidad, será el inicio de una nueva economía, donde podamos convivir
sanamente con nuestra naturaleza, apoyándonos de tecnologías amigables con
nuestro planeta; es hora de cambiar de pensamiento, es hora de apoyar a quien
nos suministra los alimentos, ¡es hora de la agricultura!
No hay comentarios:
Publicar un comentario